SANTOS F.C. DE PELE "EL BALLET BLANCO" 1962 y 1963

Santos F.C. Bicampeón Intercontinental 1962 y 1963
El fútbol brasileño siempre ha sido sinónimo de espectáculo y el país sudamericano presume de ser el abanderado del 'jogo bonito'. Son muchos los ejemplos a lo largo de la historia que han demostrado este culto brasileño al balón y al juego ofensivo, pero uno destaca por encima de todos: el Santos de Pelé. El mérito es aún mayor si tenemos en cuenta que el Santos defiende los colores de una ciudad de apenas medio millón de habitantes, situada a 70 kilómetros al sur de la gigantesca metrópolis de São Paulo. 

En la historia del fútbol, raramente el nombre de un club y el de un jugador han estado tan íntimamente asociados. Así sucede con el Santos FC y Pelé. Durante veinte años, el Santos de Pelé hizo soñar y sirvió de escaparate para mostrar la insolente facilidad del astro en todos los terrenos de juego del mundo. Un equipo que por su nuevo aire, lírico, exótico, mágico e incluso sensual se hizo acreedor del calificativo de “El Ballet Blanco”, emulando así el romanticismo vivido por la danza en aquellos espléndidos años treinta. Ese equipo fue el Santos y su aplastante reinado se prolongó por espacio de unos 20 años, desde mediados de la década de los cincuenta a finales de la década de los sesenta.

Chilena de Pelé. Maracaná 1965 Brasil 5-Bélgica 0
Pelé llegó al Santos gracias a Valdemar do Britos, excelente jugador brasileño de los años 30. Para nada sabía do Britos lo que estaba haciendo al llevar al muchacho al club paulista en 1955. Su insultante descaro y capacidad natural para marcar goles centraron la atención de un equipo que comienza a provocar admiración allá por donde pasa. El Santos nació cuando Pelé llegó y murió cuando Pelé se fue. No hubo Santos antes de O Rei. Tampoco después, hasta los días en los que vivimos donde el blanquinegro club ha vuelto a surcar caminos de gloria (en la edición de 2011, tras su victoria sobre Peñarol por 2-1, Santos conquistó su tercera Copa Libertadores después de 48 años de sequía). Fue el Santos de Pelé, elenco circense, de piruetas, malabares y bromas a la pelota, el único equipo que supo acomodar trofeos y aplausos en la vitrina de la institución.

Salió campeón del Torneo Paulista diez veces, cuatro del Río-San Pablo y cinco de la Copa Brasil. Obtuvo 5 Ligas seguidas (1961-1965), dos Copas Libertadores (1962 y 1963) y dos Intercontinentales (1962 y 1963). En 15 años (de 1959 a 1973) ganó 21 títulos. Pelé fue once veces goleador del Torneo Paulista y nueve de ellas consecutivamente. Y se hastió de levantar campeonatos de amistosos, triangulares, cuadrangulares, hexagonales. En un único club, que no era precisamente un gigante en su país, Pelé lo ganó todo. Pero no estaba solo Pelé en aquel equipo: Zito, su consejero dentro y fuera de la cancha, Pepe, Mauro, Coutinho, sabían cómo acompañarle la melodía. 

Espectacular salto de Pelé
La línea de ataque formada por: Dorval, Mengalvio, Pagão, Pelé y Pepe se convirtió posiblemente, si no la mejor, en una de las mejores de la historia del fútbol. Nadie es capaz de hacer frente a ese despliegue ofensivo o cortar la sangría defensiva que provocan los hombres de Lula. Su tremendo poderío ofensivo les hizo ganarse el mítico apodo de “El Ballet Blanco”, un equipo que se defendía atacando, con una vanguardia terrible y unos futbolistas que prácticamente jugaban de memoria y que forjaron a base de goles y espectáculo los mejores años de la historia del Santos. Otra estratosférica línea ofensiva fue la compuesta por Dorval, Jair, Pagão, Pelé y Pepe, una línea atacante que era preferida por Pepe “Canhão da Vila”. A esta fabulosa línea de ataque hubo que sumar el talento de otros jugadores de la talla de Zito, Mauro, Carlos Alberto, Clodoaldo y Gilmar entre otros que engrandecieron aún más si cabe la historia del Santos en la década de los sesenta. 

Tan soberbias eran las actuaciones de aquel Santos que un día decidieron pasearlas por el mundo. Y comenzaron las giras. Parecía un circo antes que un club de fútbol el Santos. Diversión, sonrisas, chistes y chascarrilllos, trucos de magia, enanos que se escabullían por entre las piernas de algún gigante molesto y pesado. El Santos se conviertió en el «Harlem Globe Trotters» del fútbol. Cincuenta y nueve países recorrió Pelé con la pelota abrazada al botín y 16 veces actuó en Argentina, el país que más lo disfrutó. Su fútbol podía tanto que en Nigeria se detuvo la Guerra Civil sólo para verlo jugar. El Santos FC era atracción y fue considerado el mejor equipo de todos los tiempos.

Pelé encara a varios rivales
El club paulista tuvo su momento de mayor éxtasis futbolístico entre 1962 y 1963, donde mostró el nivel real del equipo al ganar la Copa Intercontinental de 1962, con dos partidos estelares de Pelé, al Benfica de Eusebio y la de 1963 al Milán de Maldini, Trappatoni, Amarildo o Rivera. Allí se posó en la cima de América y del mundo: ganó dos Copas Libertadores y dos Copas Intercontinentales. Dejó tirados en el suelo a rivales como Boca Juniors, el Milán de Italia o Peñarol de Montevideo. El cinco de mayo de 1963, en partido contra Alemania, la selección de Brasil alineó nada menos que a ocho jugadores del Santos en el once inicial: Gilmar, Lima, Zito, Mengálvio, Dorval, Coutinho, Pelé y Pepe. Era demasiado para un mundo que sólo sabía practicar fútbol de este planeta.

Sin embargo, lo que parece un reinado interminable del conjunto de Vila Belmiro se convierte en el final de una etapa. El declive colectivo es inminente mientras Pelé sigue a lo suyo, que es marcar goles. El rendimiento del equipo comienza a bajar pero Pelé es la excepción. El mito brasileño sigue batiendo registros y acumulando goles sin dificultad. La eterna eficacia del crack brasileño sostiene a un Santos del que Lula se despide dos años después. En 1974, Pelé juega con el Santos su último partido oficial y, el Santos da por cerrada la etapa más exitosa de su historia. Sin embargo, Pelé fichó por el Cosmos de Nueva York, equipo constituido por un conjunto de grandes figuras del fútbol a fin de promocionar este deporte en Estados Unidos, equipo en el que permaneció hasta su retirada definitiva en 1977.

El Santos se convirtió el 20 de enero de 1998 en el primer club de la historia del fútbol en sobrepasar la cifra de 10.000 goles marcados y el 26 de agosto de 2005 el primero en sobrepasar la cifra de 11.000 goles. Pelé, el Atleta del Siglo, ostenta el palmarés más abultado del fútbol mundial, es el primer y único jugador con tres títulos de campeón del mundo (1958, 1962, 1970) y 1.285 goles marcados en 1.321 partidos. Un record que, indudablemente, no será jamás superado. Pelé permaneció siempre fiel al Santos con el que marcó 1.088 goles en 1.114 partidos. 127 en una sola temporada (1959) y ocho en un solo partido (Santos-Botafogo 11-0, en 1964). Edson Arantes do Nascimento, más conocido como Pelé, ha sido nombrado "futbolista del siglo" por la FIFA pero, desde 1958, para el mundo del fútbol era simplemente "O Rei" (el rey). 

'O Rei' dominó una época liderando un equipo que enamoró con su juego. Más allá de los éxitos a nivel de selecciones, que fueron muchos, este mago del balón encabezó una generación de futbolistas que rompieron los moldes preestablecidos sobre un terreno de juego. Con el Santos, Pelé logró increíbles hazañas. No todo se estanca en el cuestionado y festejado gol 1.000, cuando batió de penal al argentino Norberto Gato Andrada y “fue la primera vez que temblé en un estadio -el Maracaná-”, según confesaría el astro luego, en el triunfo 2 a 1 ante Vasco Da Gama, el 19 de noviembre de 1969. Hizo mucho más. Demasiado hizo.