HOLANDA "LA NARANJA MECÁNICA" DE CRUYFF Y MICHELS 1974-78

Holanda subcampeón del Mundo 1974
La Naranja Mecánica es el nombre con el que se bautizó al conjunto de los Países Bajos que disputó el Mundial de Alemania en 1974 y era dirigido por Rinus Michels. Mucha gente ha oído sobre aquella formación holandesa y se preguntará ¿Qué tenía de especial un equipo que no pudo ser campeón?

Cuesta creerlo ahora, pero Holanda fue durante décadas un país residual en el fútbol. Mientras las grandes potencias (Inglaterra, Brasil, Argentina, Italia, Alemania, España) habían convertido el fútbol en la pasión nacional, y la habían convertido en una cultura a través de los éxitos de sus selecciones o de sus clubes, Holanda figuraba como una anécdota, un país pequeño más interesado por los negocios y las carreras de patines sobre hielo. Sus equipos eran primeros candidatos a recibir goleadas en las competiciones internacionales. No existía el profesionalismo. El fútbol tenía el carácter de distracción ociosa en un país con preocupaciones más interesantes. Pero Holanda, un país pequeño, encontró la manera de forjar un estilo, de preservarse en definitiva. Y en el juego del Ajax, y por extensión de la selección holandesa, se apreciaba grandeza y método. Hasta Alemania ’74 Holanda y su fútbol se reducían a dos sentimientos: Ajax y Feyenoord, aunque eso sí, dos equipos que decían mucho en el fútbol europeo de la época. 

Holanda 4 - Argentina 0  2ª fase Mundial 1974
Ésta fue otra selección que como la de Brasil 70 perdura en la memoria, pese a perder dos finales. Holanda a pesar de quedar dos veces al borde de ser campeón del mundo consiguió algo que ninguna otra selección pudo, que un equipo de cualquier país sea reconocido por años a pesar de finalizar como segundo. Aquella “Naranja Mecánica” fue un equipo para el recuerdo que nos enseñó una forma ya existente pero perfeccionada de jugar al fútbol, y aún a día de hoy sigue siendo referente futbolístico mundial, siendo considerada uno de los equipos más grandes de la historia del fútbol. 

Marinus “Rinus” Michels es el hombre que logró unir en su concepto de juego a dos corrientes futbolísticas, una entelequia que Michels comenzó a solucionar desde el principio. Y es que el excesivo culto al club que profesaban los futbolistas fue el primer muro que se propuso derribar. La selección holandesa solía crearse a base de cinco futbolistas del Ajax y cuatro o cinco del Feyenoord. Ambos equipos jugaban con tácticas diferentes, y los futbolistas de cada equipo no estaban dispuestos a aceptar el sistema del rival. Bajo ese concepto jamás lograban construir un conjunto homogéneo por lo que Michels les dejó claro sus ideas a todos, hasta constituir un conjunto cohesionado con un estilo determinado de juego y un concepto claro de Selección, tanto que, todos se fijaron en cómo detener a un equipo que sólo alineaba a dos jugadores que militaban fuera de su país: Cruyff (Barça) y Rensenbrink (Anderlecht). Y así nos queda  para el recuerdo aquella nueva versión del “Fútbol total”, sistema rotativo en el que los jugadores no tenían posición fija, todos atacaban y todos defendían, algunas veces al mismo tiempo, pero sobre el terreno de juego tenía a todo un genio sobre el césped. Un magnífico pelotero que era el gran procesador de aquella máquina, un fino futbolista dotado de una cabeza privilegiada y de un infernal cambio de ritmo, llamado Johan Cruyff, uno de los mejores jugadores del mundo de su época y el mejor futbolista europeo del momento. Fue la extensión de Michels sobre el terreno de juego.

Cruyff vs Beckenbauer Final Mundial 1974
Aquel equipo, en el que jugaron futbolistas de la talla de Johan Cruyff, Johan Neeskens, Johnny Rep, Rob Ressenbrink o Ruud Krol, hizo historia en los mundiales y en las competiciones europeas de clubes gracias al potencial del Ajax de Amsterdam, y provocó una revolución con su "fútbol total" en los primeros años setenta, pero no tuvo una actuación tan completa en cuanto a cifras como la del actual. Sin embargo, aquel fútbol fue de más calidad, ya que a las órdenes de un entrenador de la entidad de Rinus Michels en 1974 y del austríaco Ernest Happel en 1978, los jugadores se intercambiaban constantemente de posiciones, desconcertaban al rival, lo desquiciaban y, en la mayoría de los casos, le ganaban.

Además de esos grandes jugadores, en el equipo estaban hombres como el portero Jan Jongbloed, que llevaba el número 8 a la espalda pese a ser guardameta, y futbolistas de la talla de Wim van Hanegem, Wim Jensen, Arie Haan, Wim Rijsberger, Wim Suurbier o los hermanos René y Willy van der Kerkhoff.

No todos estuvieron en los dos mundiales, ya que en el segundo, en Argentina, destacó la ausencia del gran líder del equipo, Cruyff, quien junto a Van Hanegem ya no jugó, mientras que los hermanos Van der Kerkhof, suplentes en Alemania, fueron una de las claves del torneo de Argentina, junto a Ernie Brandts.

Años después, Holanda viviría otra etapa de esplendor con el equipo de los milanistas Gullit, Rijkaard y Van Basten, que tuvo su cúlmen con la consecución de la Eurocopa del 88, hasta que ahora nuevamente ha vuelto a vivir otra etapa pletórica.